domingo, 2 de mayo de 2010

Geografía II - Trabajo III - Artículos I - Tornados

Tragedia en Misiones / Comienzan a asistir a las víctimas del desastre

Un pueblo arrasado que no tiene consuelo

En el paraje selvático de Santa Rosa de San Pedro todo es desolación tras el paso del tornado que mató a once pobladores y dejó muchos heridos

Jueves 10 de setiembre de 2009 | Publicado en edición impresa
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1172844
SANTA ROSA, Misiones.- Ruinas, desolación. Pilas de maderas destruidas, chapas retorcidas y árboles arrancados de raíz o partidos por la mitad y por doquier. Vacas, cerdos, gallinas y perros muertos, y hasta un ternero incrustado entre las ramas de un eucalipto, insólitamente erguido. Ese es el sórdido panorama con el que amaneció Santa Rosa, el paraje selvático dentro del municipio de San Pedro (a 270 km al nordeste de Posadas) que fue arrasado por el tornado del lunes por la noche. Su furia se llevó ya once vidas y dejó un tendal de medio centenar de heridos, tres de ellos de extrema gravedad.
Calificado como el mayor desastre natural en la historia de la provincia de Misiones, el inusitado fenómeno, con vientos en su núcleo de entre 250 a 320 km/h, desdibujó literalmente la geografía del lugar.
Aquí, donde predomina una economía familiar y rural de subsistencia extremadamente humilde, la furia de la naturaleza diezmó familias enteras. Además de los muertos, la mayoría niños, despojó a 119 familias de sus viviendas, siembras y ganado. Pero también destruyó la red eléctrica, seis escuelas, dos centros de salud y una iglesia que había sido abierta hace tan sólo cuatro meses.
Una congoja contenida, producto de la personalidad reservada de gran parte de la población, se sumó a la desolación: a sólo 150 metros de la Escuela 613 de Tobuna, un paraje lindero a 5 km de Santa Rosa que acogió a 60 de los 500 evacuados, un velatorio masivo despidió ayer a cinco de los ocho niños muertos, de entre 2 y 9 años. La fuerza de lo que aquí no dudan en definir como un tornado los levantó como hojas al viento y sus cuerpos recibieron el impacto de los propios tablones de sus viviendas, árboles y todo tipo de objetos que el viento sublevó.
En el último adiós comunitario estuvieron ausentes algunos de los padres, internados con lesiones de distinta gravedad en los hospitales Samic, de Eldorado, y Madariaga, de Posadas. No hubo una sola flor. Los humildes féretros de madera fueron coronados con guirnaldas de flores de papel crepé y velas encendidas. Algunos familiares, lugareños y monjas de Eldorado ofrecieron su contención y también su llanto.
El luto, ayer, lo invadió todo. Porque a las muertes se sumó también la pérdida material, que sume aún más en la indigencia a gente que no sólo perdió su casa, sino también su ganado y siembra, sus medios de subsistencia.
Perdieron todo, absolutamente todo cuanto tenían. Hoy muchos de ellos se refugian en casas de parientes o de vecinos y los que menos suerte tienen se guarecen en la escuela de Tobuna. Allí, incesantes convoyes de la Gendarmería y del Ejército partían hacia los hogares destruidos parcialmente para brindarles los elementos para la reconstrucción, junto con alimentos, ropa de abrigo y colchones.
Ayer, la lluvia persistente que azotó sin tregua a la región simbolizó como nunca el llanto comunitario, que muchos, a pesar de las pérdidas humanas, contuvieron con esfuerzo.
El ministro de Salud, Juan Manzur, que viajó de inmediato, a pedido de la Presidenta, evaluó ayer la situación sanitaria, recorrió hospitales y agilizó el traslado a Posadas de los pacientes con cuadros más severos, como politraumatismo de cráneo y uno con pérdida de masa encefálica.
Escenas de destrucción
El tornado actuó en una franja de 1,5 km de ancho por 40 de largo, que llegó hasta la localidad de Guaracyara, en Brasil, donde se cobró otras cinco víctimas. Y el panorama más cruento, lejos del velatorio masivo en Tobuna, se observaba en las huellas de la ira de la naturaleza. Como alfileres gruesos, los pedazos de madera disparados como astillas por los árboles aparecían incrustados en las paredes de las pocas casas en pie.
Ayer sólo quedaban caóticos tablones y chapas retorcidas de lo que alguna vez fueron 55 modestas casas de madera, de 6 x 8 metros, enclavadas en un escenario jalonado por quebradas y desniveles. Otras 64 viviendas presentaban voladuras de techo y daños parciales.
Muchos pobladores regresaron ayer a sus hogares en ruinas con la estéril intención de rescatar pertenencias. Rastrillaban entre troncos y tablas algún objeto de valor para poder tener algo con qué volver a empezar. Mientras, en lo alto de un monte, una familia entera "buceaba" entre escombros en busca de la cajita de lata donde habían atesorado los ahorros de todo un año. Eran $ 13.000 pesos que el viento dispersó vaya uno a saber dónde. Pero el ojo avizor de los vecinos logró recuperar $ 1800. Y Ana, la dueña del dinero, festejó.
En el extremo opuesto a ese terruño, la directora de la Escuela N° 342 conducía una operación de salvataje del mobiliario de la institución.

Misiones: a un mes del tornado, reclaman que la ayuda no llega

Tras el fuerte temporal que dejó once muertos, 80 heridos y cientos de personas sin hogar, el intendente de San Pedro denuncia irregularidades y atraso en la asistencia del Gobierno

Miércoles 7 de octubre de 2009
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1183715
POSADAS.- El intendente de San Pedro, Orlando Wolfart, denunció hoy los graves problemas que sufren centenares de afectados por el fuerte temporal que se desató a comienzos de septiembre en la zona centro de Misiones, distante 280 kilómetros de esta ciudad. El mismo causó once muertes, más de 80 heridos y alrededor de 300 hogares quedaron totalmente destrozados.
Pese a las promesas de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que estuvo en el lugar a los dos días del desastre; del ministro de Salud, José Manzur, y del gobernador misionero Maurice Closs, la ayuda oficial brilla por su ausencia y muchos afectados viven a la intemperie mientras arrecian fuertes lluvias sobre todo el territorio provincial.
Wolfart, funcionario vinculado con el gobierno provincial, admitió que el reparto de donaciones es "deficiente" y que "van a un mismo sitio pero después desaparecen". Indicó que el inconveniente mayor es "el atraso en la refacción de las viviendas dañadas". Y agregó: "Para peor, todos los días llueve. Nosotros vivimos en un área boscosa con cerros de hasta 600 metros, soportamos mucho frío. Está muy mal la cosa".
El diputado radical electo Luis Pastori se sumó a las críticas del jefe comunal: "Lo de San Pedro es otro escándalo en materia de asistencia social, hay sospechas de que la ayuda solidaria queda por el camino como ya sucedió en Tartagal. Les recomiendo que recorran la zona castigada por el tornado para comprobar la tremenda pobreza y el desamparo imperante en Tobuna, Santa Rosa, Colonia el Progreso".
Gabriela De Oliveira, oriunda del paraje Tobuna, uno de los más perjudicados, cuenta su experiencia: "Solo me llegó una bolsita de alimentos de Cáritas y nada más. Por parte del gobierno no vino ni un pedazo de chapa ni tampoco el dinero prometido".
Para el ministro de Salud de Misiones, José Gucciones, "la situación sanitaria está controlada". No obstante, testimonios periodísticos revelan que los pozos de donde los pobladores se abastecen de agua se hallan contaminados, los heridos no reciben la asistencia adecuada, ni los medicamentos necesarios.
Escala (F) FUJITA
Escala
Velocidad del vientoDañosCaracterísticas
F0
De 60 a 120 Km/h
Ligeros
Daños en chimeneas, antenas de radio y televisión, se quiebran las ramas de los árboles y algunos son derribados.
F1
De 121 a 180 Km/h
Moderados
Se producen roturas de vidrios de ventanas y puertas, desprendimientos de tejas protectoras de techos, los árboles son arrancados de raíz o se quiebran, los automóviles son desplazados de la ruta.
F2
De 181 a 250 Km/h
Considerables
Se desprenden los techos de las casas quedando en pie sólo las paredes más fuertes, los árboles grandes son destruidos de raíz, los automóviles son barridos de las rutas.
F3
De 251 a 320 Km/h
Severos
Las construcciones rurales son completamente demolidas, los techos y las paredes de las viviendas son destruidas, los automóviles y los árboles son elevados por el viento.
F4
De 321 a 420 Km/h
Devastadores
Las viviendas son levantadas del suelo y transformadas en escombros; los trenes, automóviles maquinarias rurales pesadas y camiones son arrojados a cierta distancia.
F5
De 421 a 500 Km/h
Super devastadores
Las viviendas son completamente separadas de sus cimientos.