martes, 8 de junio de 2010

Pueblos Y Naturaleza - Imágenes del Tsunami de 2004













Pueblos Y Naturaleza - Texto del Trabajo IV

Tsunamis, manglares y economía de mercado

26 de Diciembre de 2004, en un punto situado en las proximidades de la isla de Sumatra(Indonesia), dos bloques de corteza terrestre, separados por el corte de una falla, se deslizan uno sobre el otro. Este movimiento libera una enorme energía, equivalente a la acción de muchas bombas atómicas y genera, tal como haría una piedra al ser arrojada en un estanque, una onda de agua que por su magnitud tiene el poder de barrer, devastándolas, las costas de Indonesia, India, Sri Lanka, Tailandia, Birmania, Maldivas y Malasia, hasta Seychelles, Comores, Somalía, Kenia y Tanzania en la lejana África oriental.


Un tsunami (津波, del japonés, literalmente gran ola en el puerto) es una ola o un grupo de olas de granenergía que se producen cuando algún fenómeno extraordinario desplaza verticalmente una gran masa deagua. Se calcula que el 90% de ellos son provocados por terremotos o maremotos, en cuyo caso reciben el nombre de tsunamis tectónicos. La energía de un tsunami depende de su altura y velocidad. Este tipo de olas remueven una cantidad de agua muy superior a las olas superficiales producidas por el viento. Un tsunami tectónico producido en un fondo oceánico de 5 km de profundidad removerá toda la columna de agua desde el fondo hasta la superficie. El desplazamiento vertical puede ser tan solo de centímetros pero si se produce a la suficiente profundidad la velocidad será muy alta y la energía transmitida a la onda será enorme. Aun así, en alta mar la ola pasa casi desapercibida ya que queda camuflada entre las olas superficiales. Sin embargo, destacan en la quietud del fondo marino, el cual se agita en toda su profundidad.

En primer lugar, los tsunamis son un fenómeno natural habitual en ciertos lugares, que acontecen periódicamente y que hasta hace bien poco había fenómenos también naturales que mitigaban hasta reducir a cierta «normalidad» su poder destructivo. Vamos, que mataban pero no tanto.


Desde los años 80, las regiones costeras de Asia han sido usurpadas por las grandes empresas de cría de langostinos que han implantado la malsana acuicultura que destruye el medioambiente en sus costas. La cría del langostino ha producido estragos en los delicados ecosistemas. Las industrias de “arrancar y marcharse”, están siendo financiadas en gran parte por el Banco Mundial, y cerca del 70 % de los criaderos de langostino se encuentran en Asia.

La expansión de estos criaderos de langostinos se ha llevado a costa de los manglares tropicales, que se encuentran entre los más importantes ecosistemas del mundo. Los manglares han sido una protección natural de las regiones costeras frente a las grandes mareas, frente al impacto de los ciclones y constituyen el criadero para las tres cuartas partes de las especies pesqueras comerciales que desarrollan parte de su ciclo vital en los humedales del manglar. Los manglares, en cualquier caso, están siendo uno de los hábitats más amenazados del mundo, pero en lugar de regenerar esos humedales, las malas políticas económicas sólo han acelerado su desaparición.

Los criaderos de langostinos han continuado con su destructivo derroche, destruyendo más de la mitad de los manglares del mundo. Desde los años 60, por ejemplo, la acuicultura y otras actividades industriales en Tailandia han ocasionado la desaparición de más de 65.000 hectáreas de manglares. En Indonesia, Java ha perdido el 70 por ciento de los suyos, Sulawesi el 49 por ciento y Sumatra el 36 %. De tal manera que, cuando el tsunami golpeó con toda su furia, las empresas que se dedican a la tala estaban plenamente ocupadas en la provincia de Aceh (norte de Sumatra) en cortar manglares para su exportación a Malasia y Singapur.

En India, la superficie de manglares se ha reducido a menos de un tercio de su extensión originaria en las últimas tres décadas. Entre 1963 y 1977 India ha destruido cerca del 50 por ciento de sus marismas. Las comunidades locales han sido obligadas a abandonarlos para dejar que se establecieran criaderos de langostinos. En el estado indio de Andhra Pradesh, más de 50.000 personas han sido trasladadas a la fuerza y millones más se han desplazado de todo el litoral para dejar sitio a las factorías acuícolas, mientras que los manglares restantes han sido reducidos para la instalación de industrias hoteleras.


Hoteles de cinco estrellas, campos de golf, industrias y grandes mansiones han surgido, sin tener en cuenta la preocupación que venían expresando los medio ambientalistas, permitiendo que se establezcan dentro de la zona de protección de 500 metros, que se suponía debía mantenerse a lo largo de las playas.

El boom turístico en la región asiática y del Pacífico, con sus numerosos hoteles costeros, ha coincidido con las destructivas consecuencias del crecimiento de la cría del langostino. En la última década, las entradas de turistas e ingresos se han incrementado más rápidamente que en ninguna otra zona del mundo, casi en dos veces los índices de los países industrializados. Las previsiones para el año 2010 indican que la región superará a América para convertirse en la segunda zona turística del mundo, con 229 millones de entradas. Lo que se está publicitando como señal del espectacular crecimiento económico oculta los enormes costes medio ambientales que están pagando esos países y los que tendrán que soportar en el futuro.

En las dos últimas décadas, el litoral del golfo de Bengala, mar Arábigo y estrecho de Malaca en el Océano Índico, y el del sur del Océano Pacífico han sido testigos de una masiva inversión en turismo y hoteles. Myanmar y las Maldivas han sufrido mucho menos muertos por el tsunami debido a que la industria turística hasta ahora no había extendido sus tentáculos hacia los manglares vírgenes y los arrecifes de coral que rodean la costa. Los grandes arrecifes de coral que rodean las islas Maldivas han absorbido gran parte de la fuerza de las gigantescas olas reduciendo el número de pérdidas humanas a poco más de 100 muertos. Los arrecifes de coral absorben la furia del mar al romper las olas. La tragedia, sin embargo, es que más del 70 por ciento de los arrecifes de coral del mundo ya han sido destruidos.

De forma similar, la cadena de islas de Surin, en la costa occidental de Tailandia, han escapado de la terrible destrucción. El anillo de arrecifes de coral que las rodea recibió el impacto de las furiosas olas pero se mantuvo firme y ayudó a romper la fuerza letal del tsunami. Los manglares ayudan a proteger los arrecifes de coral porque filtran el légamo que fluye de la tierra hacia el mar. El crecimiento turístico, bien sea el llamado eco-turismo o el turismo de ocio, han diezmado los manglares y destruido los arrecifes de coral.



Si los manglares se hubieran mantenido intactos, los daños del tsunami hubieran sido mucho menores. Los ecologistas nos dicen que los manglares sirven de doble protección: la primera capa de manglares rojos con sus ramas flexibles y raíces enmarañadas que cuelgan sobre las aguas costeras absorben el impacto inicial de las olas. La segunda capa de altos manglares negros funciona como un muro de contención que resiste a gran parte de la furia del mar. Además, los manglares absorben más cantidad de dióxido de carbono por metro cuadrado que el fitoplancton oceánico, un factor fundamental en el calentamiento global.

Había sucedido antes en Bangladesh. En 1960, un tsunami alcanzó la costa en una zona donde los manglares estaban intactos y no se produjo ni una sola pérdida humana. Aquellos manglares después fueron cortados y reemplazados por criaderos de langostinos. En 1991, miles de desgraciadas personas murieron cuando un tsunami de la misma magnitud golpeó la misma región. En Tamil Nadu, al sur de India, Pichavaram y Muthupet , que tiene espesos manglares, el maremoto del 26 de diciembre ha ocasionado pocas víctimas y escasos daños económicos. Con anterioridad, los célebres humedales de Bhiterkanika en Orissa (donde se crían las tortugas ridley)redujeron el impacto del “super ciclón” que se abatió en octubre de 1999, y que produjo la muerte de más de 10.000 personas y dejó sin hogar a millones.

El epicentro del asesino tsunami del 26 de diciembre estaba cerca de la isla Simeuleu, en Indonesia. El número de muertos fue significativamente bajo simplemente debido a que sus habitantes poseen el conocimiento tradicional sobre los tsunamis que invariablemente se producen tras un terremoto. En la isla de Nias, cercana a la de Simeuleu, los manglares han servido de muro que ha evitado la destrucción de la gente.

A continuación, una tabla que presenta la cantidad de muertos (confirmados y estimados), los desaparecidos (presumiblemente muertos), los heridos y los desplazados. Las cifras no representan nacionalidades, ya que por ejemplo, la gran mayoría de los muertos en Indonesia era indonesios, pero en Tailandia, un porcentaje muy grande eran turistas europeos, americanos y japoneses.

La tabla que sigue, muestra datos referidos a la cantidad de victimas extranjeras y sus países de procedencia. Vale destacar que en un primer momento, los medios de comunicación occidentales se concentraron en las historias de estos turistas, sin tener en cuenta la magnitud de la catástrofe.



Countries and Territories that lost citizens while abroad


jueves, 3 de junio de 2010

5 de Junio - Día Mundial del Medio Ambiente

El día sábado 5 de junio, se festeja el Día Mundial del Medio Ambiente. Para refleccionar, el video de Michael Jackson para la canción "Earth Song", de 1995.


http://www.youtube.com/watch?v=RURmj-u8QTU&feature=related





Geografía II - Trabajo IV - Texto

Diario Río Negro (Río Negro - Argentina)
Es muy rentable, pero sin alternancia daña el suelo y perjudica el desarrollo de la agricultura, dice el INTA
Alertan sobre los peligros del monocultivo de soja

Buenos Aires (Télam/ DyN).- El crecimiento desordenado del cultivo de la soja en el país, que se siembra sin alternancia con otros granos, consume los nutrientes de la tierra y representa una amenaza para el futuro de la agricultura argentina, advirtió un estudio del INTA.

De no mediar una estrategia concertada a mediano plazo la situación (del
monocultivo de soja) tenderá a deteriorarse como consecuencia directa del proceso desordenado de agriculturización. El denominado “monocultivo” consiste en la siembra de “soja sobre soja” sin alternar el uso del suelo, entre una y otra temporada, con el cultivo de otros granos o con la práctica de la ganadería.

El informe, titulado “El INTA ante la preocupación por la sustentabilidad a largo plazo de la producción agropecuaria argentina”, advierte que esta metodología provoca “
erosión, pérdida de materia orgánica, balance negativo de nutrientes, desertificación y reducción de la biodiversidad”.

A los daños ambientales agrega “los efectos sociales tales como el despoblamiento del medio rural por falta de oportunidades de empleo y la sustitución de actividades intensivas en mano de obra por otras extensivas” con menos requerimientos de trabajadores.
Los altos precios obtenidos por la soja en los últimos años a nivel internacional hacen que su cultivo garantice una “alta rentabilidad” que influye en la decisión del productor, que opta únicamente por cultivar dicha oleaginosa.
Fuente de riqueza y divisas

La rentabilidad no alcanza sólo a los productores, sino que además significa una fuerte inyección para el
Estado, que retiene un alto porcentaje del valor de las exportaciones. Desde el punto de vista económico, la soja se ha transformado en la fuente más importante de ingresos fiscales, posibilitando la financiación de los programas sociales implementados a fin de mitigar las consecuencias de la grave crisis socio-económica por la que atraviesa el país. Las exportaciones de poroto de soja en los primeros diez meses de este año, sumaron 9 millones de toneladas, registrando un crecimiento del 57% respecto a 2002.

No obstante, el INTA cree que
las “señales del mercado” no guardan relación con “las dimensiones social y medioambiental” igualmente importantes en el diseño de una agricultura sustentable, puntualizó el documento. “La combinación siembra directa más el monocultivo de soja (transgénica) tolerante a glifosato no constituye en la región pampeana una alternativa sustentable a los planteos que incluyen rotaciones”.

La situación pampeana
La situación actual en muchas provincias es por demás preocupante. En las zonas centro y sur de Santa Fe se observa un proceso homogéneo y generalizado de agriculturización, con 85 a 90% de la superficie cultivada con soja y se presentan problemas muy extendidos de degradación y erosión de suelos. En la zona central, la agriculturización con soja ha desplazado al tambo con el consiguiente efecto sobre la mano de obra ocupada. Un fenómeno similar ocurre en la parte norte de la provincia, con el desplazamiento del algodón por la soja. Por su parte en Córdoba, la soja representa del 80 al 85% del área cultivada con granos, por lo que su monocultivo se constituye en el principal problema, con el consiguiente efecto sobre la degradación del suelo. En Entre Ríos ha tenido un fuerte incremento, superando la última campaña 1,7 millones de hectáreas, de las cuales el 60% corresponden al cultivo de la soja
En Buenos Aires hay dos situaciones bien definidas. En las zonas norte y suroeste de la provincia, se produjo la expansión de la soja a costa de los cultivos de maíz y girasol en ese orden. Los mayores costos para la implantación de estos cultivos, sumado a los contratos por un solo año, son las causas principales de la mayor expansión de la soja. En cambio, en el sur bonaerense, el proceso de agriculturización es más reciente y la expansión de la soja mucho menor que en las otras regiones. Los factores climáticos limitan la expansión de este cultivo por lo que no es dable esperar a corto plazo un proceso semejante al del centro norte de la región pampeana y en el norte del país.
En resumen, la sojización en la Argentina es una realidad, y ante la posibilidad concreta de que continúe el proceso de intensificación y expansión de la agricultura para alcanzar según distintas estimaciones los 100 millones de toneladas en la próxima década, de no tomarse medidas concretas para frenarlo, las consecuencias para el medio natural (degradación del recurso suelo) y para la sociedad (emigración rural y aumento de los precios de la carne o la leche, entre otros) se volverán insostenibles.

martes, 18 de mayo de 2010

Pueblos y Naturaleza - Trabajo III - Basurales y Cavas



Basural de La Florida


Basural de Ruta 5 KM 103.5


Basural de Cava del Arroyo Balta


Basural de Cava de Avenida 40 y 113


Cavas en Barrio Bello Horizonte


Cavas entre Ruta 41 y Ferrocarril TBA